Tolerancia al riesgo y perfiles de inversión
En general, según el nivel de tolerancia al riesgo, se distinguen tres perfiles de inversión: conservador, moderado y agresivo.
¿Qué nivel de riesgo pensás que podés asumir? Recordemos que el riesgo es la probabilidad de que los resultados sean menos positivos de lo esperado o incluso que sean negativos. ¿Sentís que podés aceptar ocasionalmente alguna que otra pérdida, a cambio de la posibilidad de obtener mayores rentabilidades?
La tolerancia al riesgo de cada persona es completamente subjetiva: no tiene nada que ver con la capacidad financiera para absorber las pérdidas. Tal vez te podés permitir perder algo de dinero sin que ello suponga un descalabro en tu economía, pero si tales situaciones te hacen sentir mal, sos claramente una persona aversa al riesgo. O, dicho de otra forma, tu perfil de inversión en cuanto al riesgo es conservador. La prioridad absoluta de cualquier inversor es dormir bien por las noches. Si el producto en el que te has fijado o que te han recomendado es muy volátil (experimenta fuertes fluctuaciones de valor de manera habitual) es mejor que elijas otra inversión. Conocé más sobre las opciones para inversores de perfil conservador.
Sí, por el contrario, la perspectiva de altas rentabilidades te compensa lo suficiente por las inevitables pérdidas que sufrirás de vez en cuando, entonces tu perfil de inversión es arriesgado o agresivo. Conocé más sobre las opciones para inversores de perfil agresivo.
Entre ambos extremos está el inversor moderado, que no está cómodo con los grandes vaivenes, pero que tampoco tiene suficiente con los limitados rendimientos que ofrecen los productos más conservadores. Conocé más sobre las opciones para inversores de perfil moderado.
ALERTA: Evitá el autoengaño o el optimismo a la hora de definir tus preferencias sobre el riesgo. Los asesores financieros se encuentran a menudo con el problema de que los inversores sobrestiman su capacidad anímica para aceptar las pérdidas. En el momento de tomar la decisión, el rendimiento esperado deslumbra mucho más que los posibles quebrantos, que parecen muy lejanos. Cuando se les pregunta, la mayoría de las personas se consideran inversores moderados o agresivos. Sin embargo, si los malos resultados se concretan, el inversor suele sentirse frustrado y engañado, y descubre que era mucho más conservador de lo que creía.